MENTIR
Debemos ver ahora cuáles son aquellos rasgos dañinos que
el hombre encuentra en sí mismo.
En términos generales, todas son manifestaciones
mecánicas.
La primera, como ya se ha dicho, es MENTIR.
La mentira es inevitable en la vida mecánica.
Nadie puede escaparse de ella, y cuanto más uno cree que
está libre de la mentira tanto más está uno en ella.
Tal cual es la vida no podría existir sin la
mentira.
Pero desde el punto de vista psicológico, la mentira
tiene otro significado.
Quiere decir hablar sobre
cosas que uno no conoce, y que inclusive no puede conocer, como si uno las conociese y como si las pudiese conocer.
Ustedes deben comprender que no estoy hablando desde
ningún punto de vista moral.
No hemos llegado aún a la cuestión de lo que es bueno y
de lo que es malo por sí.
Hablo sólo desde un punto de vista práctico, de lo que es
útil y de lo que es dañino para el estudio de sí y para el desarrollo de sí.
Comenzando de esta manera, el hombre aprende muy pronto a
descubrir señales por las que puede conocer en sí mismo las manifestaciones
dañinas.
Descubre que cuanto
más puede controlar una
manifestación, tanto menos dañina puede ser, y que cuanto menos pueda
controlarla, es decir, cuanto más mecánica sea, tanto más dañina puede llegar a
ser.
Cuando el hombre comprende esto llega a tener miedo de
mentir, repito, no por causas morales sino porque no puede controlar su
mentira, y porque la mentira lo controla a él, es decir, a sus otras funciones.
Ouspensky
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